Según la Real Academia Española (RAE), la palabra natural se refiere a “perteneciente o relativo a la naturaleza o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas o dicho de una cosas que imita a la naturaleza con propiedad”. De esta forma se puede englobar infinitos tipos de sustancias, incluso el uranio, aunque la FDA (Food and Drug Administration) añade el matiz de que los alimentos naturales no pueden llevar ni conservantes ni colorantes.

¿Os habéis preguntado alguna vez que significa la palabra natural en la mayoría de productos que compráis? En la actualidad la mayoría de los consumidores confunde el término natural asemejándolo con salud y bienestar. Incluso llegan a relacionarlos con los alimentos ecológicos, de ahí que se utilice tanto la palabra para la publicidad de los productos.

La palabra “natural” no está regulada por la UE en las etiquetas de los diferentes productos alimenticios, ya que no se considera un alimento natural como si fuera un alimento ecológico. Este es el motivo por el cual cualquier vendedor si puede utilizar la palabra natural en sus productos, en cambio para la palabra ecológico necesitaría llevar unos controles y reglamentaciones especiales. Por este motivo si queremos optar por el consumo de productos ecológicos con total seguridad, debemos fijarnos siempre en la certificación de los productos.

Pero no solo le ocurre a la palabra “natural”, también ocurre con la palabra “fresco”, que puede ser otra palabra engañosa ya que nos hace pensar como que el alimento es saludable o producido en poco tiempo. Pero en realidad es totalmente diferente, ya que puede ser utilizada para cualquier tipo de producto que no este certificado o regulado.

Otros tipos de palabras como “casero”, “campero”, etc. también actúan de la misma forma, exceptuando el concepto “huevo campero”, ya que este si hace referencia a un producto etiquetado según un modelo europeo. Lo que se quiere llegar a transmitir con la palabra “campero” es que el producto se haya producido o creado con receta tradicional, pero al no pasar un proceso regulador o de certificación, no podemos asegurar que haya sido realizado con una receta tradicional o no.

Como conclusión os dejamos un consejo a tener en cuenta: Si queréis consumir alimentos ecológicos, deberéis buscar en todo momento productos certificados. Si por el contrario queréis comprar alimentos frescos o caseros, la mejor solución es buscar alimentos de cercanía donde tengamos posibilidades de encontrar alimentos recién producidos. Por último si queréis consumir productos producidos por medios tradicionales como la agricultura o la ganadería, los que mejor se adaptan a esas cualidades son los alimentos ecológicos, y en Biomilanes tenemos los mejores.